—Peeta, ¿por qué nunca sé cuando tienes pesadillas?

—Ni idea, creo que yo no grito ni me muevo ni nada. Simplemente me despierto paralizado de terror.

—Deberías despertarme.

—No hace falta, mis pesadillas suelen ser sobre perderte, así que se me pasa cuando me doy cuenta que estas a mi lado.
En llamas